La propuesta musical tiene un estilo bien funky-pop para no dejar de moverse. El doble sentido de su letra invita a la imaginación y a la diversión de una manera sana. “Diana le da una elegancia dulce pero agresiva a la vez. Y, por supuesto, ella trajo el funk”, así precisa Cimafunk en declaraciones previas sobre el tema.
Recordemos que Cun Cun Prá es el nuevo E.P. que el autor del éxito Me voy presentó a finales de 2020 para alegrar al público con su música y sacudir la nostalgia de la cuarentena. Incluye otras canciones ya conocidas como Parar el tiempo, Caliente y El Potaje, además de varias colaboraciones musicales y una rica diversidad de sonoridades.
Volviendo a “La papa”, es un término que en Cuba asociamos cariñosamente a la comida, sobre todo, a la de bebé. En una entrevista previa a esta periodista, Cimafunk aseguraba: “Mi música tiene mucho de sexo y de comida”. Y cierto es que, en sus letras, ambos conceptos se entremezclan de manera muy marcada y peculiar.
En Me voy, por ejemplo, dice una parte: Dame la comida, mama. Incluso un reciente programa de televisión lleva su música: El atracón.
Ahora Cimafunk canta junto a Diana Fuentes un coro picante cargado de erotismo: La papa, cométela. Dentro de un gran caldero, el cantante y compositor se presenta como la dieta bien condimentada que necesitas. Otra vez, se superponen en su música el sexo y la comida.
En una entrevista sobre “la papa” que más le gusta, Cimafunk confesó a esta periodista algunos de sus gustos culinarios, que le encanta cocinar, se le dan súper bien las salsas y los ajiacos.
Cuenta también que no acostumbra a cantar mientras cocina. “Ni siquiera pongo música –asegura-. Me demoro muchísimo cocinando y necesito concentración”.
Si tuviera que escoger a otro artista para que le acompañe a cocinar prefiere a Kelvis Ochoa. “Ese es el maestro”, precisa.
Y si de platos se trata, su preferido es el pescado robalo, “bien frito con una salsa por encima y albahaca”. Uno que recuerda con cariño de su infancia es el arroz con aceite, huevo frito y platanito maduro.
No es amante de la pizza ni de la hamburguesa, al tiempo que se declara, a la vez, vegetariano y carnívoro. Prefiere los alimentos salados sobre los dulces, y definitivamente se queda con el chocolate.
Si pudiera tener un sabor, le gustaría que fuera a aceituna o pepinillo aliñado, mientras resalta a la albahaca como su aroma culinario preferido, además del ingrediente que no puede faltar en su comida.
¿Qué vendería si tuviera un restaurante? Pues algo salido de lo común. “Sabrosas recetas a base de vegetales que quiten un poco la carne del menú cotidiano”, comenta. Le gusta el vino blanco y comer en casa.
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