El pasado sábado se dio a conocer por la agencia Reuters, que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por su siglas en inglés) esclarece que cubanos y haitianos que aplicaron para sus residencias basándose en las leyes y regulaciones vigentes no aplicarán en la nueva propuesta de Donald Trump para denegar residencias y ciudadanía a aquellos emigrantes que se hayan sido beneficiado con programas de ayuda federal.
La noticia confirma que este sector está exento de las revisiones de sus beneficios, especificando también a quienes aplicaron bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Entre las ayudas públicas que el DHS comenzará a inspeccionar antes de otorgar residencias a inmigrantes, estarán los sellos de comida, dinero en efectivo y descuentos para viviendas bajo el conocido “Plan 8”.
El Departamento de Seguridad Nacional también aclara que “los asilados, refugiados y otras categorías de personas vulnerables no están sujetos al motivo de inadmisibilidad de la acusación pública y, en consecuencia, no se verán afectados por la nueva reglamentación”.
Para los cubanos es un gran alivio, principalmente para aquellos que reciben beneficios de cualquier índole, pudiéndose perder el sueño de sus aplicaciones para la residencia permanente si esta nueva propuesta lo llegase a considerar.
El documento presenta 477 páginas y está en fase inicial, por lo cual el DHS especifica que se trata de una propuesta no-oficial y que su aprobación podría tardar meses o años. Además, la versión aprobada finalmente por los legisladores podría distar considerablemente de esta propuesta inicial.
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